El libro "El futuro del audiovisual en España: Las transformaciones ante el nuevo marco europeo", es el fruto de un enorme esfuerzo de recogida de información y elaboración de los autores J. M. Alvarez Monzoncillo y J. L. Iwens.
La gran virtud de este trabajo de referencia es que abre tres portillos cegados hasta ahora. En primer lugar, permite realizar estudios comparativos internacionales en el ámbito productivo, y no sólo de demandas (importaciones incluidas). En segundo lugar, ofrece un anclaje estadístico para la definición de políticas industriales del audiovisual. En tercer lugar, anima a continuar la labor investigadora en la economía del audiovisual, abordando el estudio de nuevos parámetros macro (valor añadido, la formación bruta de capital, la balanza exterior, intercambios sectoriales...); micro (evolución de costes, análisis empresariales...) y meso (estructuras empresariales, estrategias de grupos).
Aun cuando -tal y como indican los autores, quejándose del oscurantismo informativo del sector-subsisten múltiples lagunas para conocer suficientemente esta actividad económica, los datos y valoraciones de este libro permiten hablar del audiovisual como un sector industrial significativo o, para ser más precisos, como una hilera industrial que vincularía, ya sea ramas interrelacionadas desde el lado de los materiales (la electrónica de consumo) y programas (cine, vídeo, televisión), ya sea desde el lado de los equipamientos productivos y productos finales. Este enfoque industrialista es, desde luego, complementario a otras perspectivas, pero demuestra, al menos, dos cosas: la necesidad de tratamiento del mundo de las industrias culturales como un todo-cuestión Nacional de Actividades Económicas- y el carácter dominante de la lógica económica en el audiovisual.
El libro se estructura en tres partes bien definidas; la situación del sector audiovisual español, las grandes tendencias del audiovisual en Europa y las tendencias del sector audiovisual en España.
La primera parte es la más novedosa e importante. Tras analizar cada rama del audiovisual se evalúa la facturación del sector -la contribución del audiovisual a la economía española- en 652.000 millones de pesetas en 1991, con un crecimiento de un 40 por ciento en el bienio 89/91, lo que indica, en una época de desaceleración general de la economía, el carácter dinámico del sector y su significativa contribución al Producto Interior Bruto (1,29 por ciento). El empleo se estimaba para 1989 en 38.458 trabajadores.
En la segunda parte, dedicada al estudio de las grandes tendencias en el audiovisual europeo, se abordan en apretada síntesis los parámetros más significativos del panorama audiovisual: la rápida transformación y concentración, la evolución de los modelos de financiación del audiovisual, las evoluciones tecnológicas en curso-centradas en las redes de cable y de la banda ancha, los satélites y la televisión de alta definición- y las políticas comunitarias en comunicación.
En la tercera parte, consagrada a las tendencias del sector audiovisual español, se interpretan en clave de diagnóstico y se proyecta en forma cualitativa los análisis de la primera parte.
Como en cualquier buen diagnóstico, se comienza por resaltar las incertidumbres. "El éxito o fracaso de Canal Plus, el futuro de la inversión publicitaria mediática, las imprevisibles consecuencias de los avances tecnológicos(...), la incierta legislación sobre subsectores con posibilidades de expansión como la televisión por cable o la televisión de baja potencia y la propia situación de la economía española en un contexto de transnacionalización económica van a incidir de forma clara sobre la industria audiovisual" (pág. 214).
En suma estamos ante un libro de consulta imprescindible que puede contribuir significativamente a racionalizar las respuestas a los retos del audiovisual.
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