miércoles, 9 de enero de 2008

LOS CAMINOS DE ROMA

Casi con seguridad, todos los que participamos en este master de Gestión Cultural hemos aprendido a escudriñar más, en el denominado paisaje urbano. Quiero, pues, reflejar la Roma que he descubierto estas Navidades, que no es precisamente la Roma monumental. Es el concepto de la armonía urbanística, lo que me ha impresionado. Una armonía, que respeta, por ejemplo, la altura de los edificios y no se deja invadir por el desarrollismo. Son, además, los rótulos de las calles, a modo de inscripciones romanas en piedra o las tapas de las alcantarillas con el rótulo “S P Q R”. El empedrado de las calles, -que aunque seguro, las calzadas romanas, eran más cómodas para el viandante- hace honor a los antiguos caminos que llevaban a Roma. Otro detalle que me llamó poderosamente la atención fue un Belén colocado en lo alto de un andamio, amén de las fuentes que pueblan la ciudad. La suciedad no es de acumulación -como diría Félix Escrig- sino de Historia y la decadencia es bella. Esto demuestra que no es sólo el patrimonio monumental lo que ha de preservarse, sino la fidelidad a lo permanente. Quizá por ello Roma es la “ciudad eterna” y quizá por ello, Sevilla está perdiendo el anclaje en su pasado para no ir a ninguna parte.

3 comentarios:

Juan Luis Álvarez dijo...

La política del ayuntamiento en esta materia es incomprensible. LA integración de la "modernidad" en el casco histórico de Sevilla no solo se hace mal sino también con retraso. Aquí tenéis un artículo sobre las setas http://www.abcdesevilla.es/20080111/sevilla-sevilla/ayuntamiento-justifica-retraso-parasol_200801110322.html

Juan Luis Álvarez dijo...

Hola chicas!
Tenéis que hacer algo para que podamos participar en vuestras recomendaciones de películas, que desde la nueva página web no podemos hacer nada.
Un beso

Reposo Lazo dijo...

Muy interesante tu mirada de la ciudad (y por supuesto tu "viajecito")y tus conclusiones con las que estoy de acuerdo, sin embargo pienso que el ritmo y la evolución de una ciudad depende de tantos factores que no es posible saber si una ciudad sabrá "envejecer" con dignidad o no.