martes, 18 de marzo de 2008

BODA EN LA RIVIERA MAYA

México, Riviera Maya, 21 de Febrero de 2008
El día de la fecha asistí a una boda en la capilla de San Francisco de Asís de Xcaret en Riviera Maya. Esto no dice nada, de no ser porque dicha capilla era una palapa (vivienda maya abierta de planta rectangular, columnas de madera y techo de palma seca), que se encontraba en lo alto de una montaña con el Caribe de fondo. A ello, habría que añadir que la temperatura era perfecta; y todos de blanco, aspirábamos la brisa y escuchábamos a los músicos. El Sol, con su estela rojiza se fue poniendo sobre el Mar, la ceremonia católica concluyó, y cuando nos disponíamos a felicitar a los novios, un hombre pidió la palabra:
"...En el lugar en el que nos encontramos,se hace necesario rendir un homenaje a los mayas...como dijo el poeta: la Luna hay que tomarla a cucharadas pequeñas...quizá por eso, ayer se cubrió en un eclipse...para hoy, como la novia, aparecer en todo su esplendor..."
Aquel hombre continuó, y, en algún momento, sin darme cuenta, me girá hacia la derecha y allí estaba la Luna; rotundamente llena y hermosa, suspendida por el viento sobre el mar, en armonía con la cosmovisión maya.
Entonces; pensé, ésta es la cuadratura del círculo: ritual católico y homenaje a las dioses mayas que nos envuelven. Dos religiones protagonistas; tengo la certeza de haber vivido algo único.

7 comentarios:

¿Cuál de todos? dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Juan Luis Álvarez dijo...

Hola Mentxu! ¿Por qué no has puesto ninguna foto? Un beso

Juan Luis Álvarez dijo...

Hola Mentxu! ¿Por qué no has puesto ninguna foto? Un beso

Anónimo dijo...

¡Qué suerte vivir una experiencia vital como esa! Esos son los momentos que hay que guardar en el corazón. Pablo Lago.

Anónimo dijo...

Seguro que fue una vivencia maravillosa, gracias por compartirla con nosotros y espero verme alguna vez en un lugar tan sugerente como ese.

Anónimo dijo...

Tiene buena pinta, muy buena pinta. Te pedimos que cuelgues alguna foto. Todos de blanco, la luna al fondo... Nos dejas con las ganas. Jose maria

Anónimo dijo...

Hay algo singular y simbólico en este hecho: la convivencia de dos religiones -católica y maya- que en su tiempo fueron antagónicas.